El Espíritu también se comunica con nosotros a través de la comunidad, con esta seguridad y esta necesidad de estar iluminados bajo su luz, procuremos de nuestra comunidad un estado de perpetua comunión entre sus miembros, un estado de verdad, armonía y fraternidad, no dejemos que el enemigo siembre su semilla en ella porque obstaculizara en nosotros el poder conocer la voluntad del Espíritu y comenzaremos a actuar según nuestros propios designios, sin haber escuchado antes la voluntad de Dios.
En cambio, si somos fieles al Evangelio, si aprendemos a amarnos y a ser hermanos, si podemos abandonar nuestra humanidad y ser obedientes a los caminos que marca el Espíritu para gloria y bien de la iglesia, si dejamos de cuestionar y aprendemos a actuar y a recorrer el camino que el Espíritu Santo necesita que caminemos, seremos testigos del reino de Dios en todos los confines de la tierra.
En nuestro corazón, esta esperando con mucha ansia el Espíritu Santo para arder con una fuerza impresionante, para darnos una fuerza desconosida hasta ahora para nosotros, en nuestro interior esta aguardando un SI del gran apóstol que llevamos dentro, ese apóstol que no tiene miedo a morir a cada paso en el nombre de Jesús, ese apóstol que siempre esta dispuesto a escuchar la voluntad de Espíritu... Dentro de ti, aguarda ese apóstol, que puede y desea transformar la realidad del mundo... Aguarda ese apóstol con el que Dios soñó.