Jueves 4 - Junio - 09 "LLenos del Espíritu Santo que nos enseña y nos instruye"

No limitemos la enseñanza del Espíritu, no manchemos su instrucción con nuestras limitaciones, no dejemos que nuestros miedos e inseguridades nos impidan seguir recorriendo este camino de Jesús, dejémonos guiar por nuevos caminos aunque parecen difíciles, dejémonos descubrir por una verdad absoluta que destruya la parcialidad que en nosotros habita, denunciemos fuertemente lo que el Espíritu nos a enseñado, demos en mensaje de Dios a todos nuestros hermanos, arranquemos el miedo del corazón, porque el miedo es la verdadera prisión del Espíritu, no hay nada mas triste que una verdad que no quiere ser encontrada, pero nosotros la tenemos, Jesús la a susurrado a nuestro oído y es Espíritu Santo la a tatuado en nuestro corazón.

No tengamos miedo de entregar todo lo que vale la pena en nosotros a causa de los designios del Espíritu, ya que todo lo que en nosotros pueda ser bueno, de el proviene, pues es Él quien se a encargado de ir forjando nuestras vidas, de ir moldeando nuestro corazón, de ir conduciendo nuestros pasos por el camino hacia Jesús, y no dudemos esto, sea a donde sea que el Espíritu nos conduzca, porque necesitara, que ahí, frente a quien sea, rico o pobre, con jerarquía o relegado, demos testimonio de nuestra esperanza, nunca nos sintamos mas grandes o mas pequeños que nadie, sepámonos siempre un instrumento del Espíritu Santo, y dejemos que el sea quien valla instruyendo a nuestros hermanos de la misma manera que lo va haciendo con nosotros.

Pregón del evangelizador.

JAIME BONET.

Porque ansió cambiar el odio en amor, la tristeza en gozo, porque ansió ver una luz radiante en tantos rostros sombríos, en tantas vidas apagadas, en tantos pueblos que yacen en tinieblas, añorando calor de hogar en tantas familias, .Nos urge hacer llegar el Evangelio hasta los confines de la tierra. Quiero inyectar Vida con mi sangre propia, a los que en esté como delirio renuncian a vivir y se sepultan en vida. Y a todos, con voz potente del Evangelio gritarles "Joven, levantate" (Lc 7,14)