Para ser sal y pimienta de este mundo, tenemos que ser diferentes, ser una opción mas ambiciosa en medio del mundo, dejarnos llenar enteramente por el Espíritu Santo y abandonarnos a Él, para que como buenos profetas de Dios, prestemos nuestras manos y nuestros labios al Espíritu para la conversión de nuestros hermanos.
Cuidemos nuestra integridad humana y el medio en el que nos desarrollamos, comenzamos a contemplarnos con la mirada de Dios y agrademos solo a sus ojos, dejemonos guiar eternamente por el Espíritu Santo, que sea nuestra palabra, nuestro pensamiento, nuestra mirada, que sea el quien empiece a vivir por nosotros, que sea el quien nos enseñe a vivir, que sea nuestra fuerza y nuestra astucia para transformar cuantas vidas y corazones tengamos de frente, Dejemos que sea el don que nos hace caminar, que sea la alegría de nuestro existir y nuestra mejor carta de presentación.
No teman ser signo de contrafacción, no teman ser respuesta, muchos verán un obstáculo en tu vida y querrán callarla, pero también habrá algunos que en tu vida encontraran el inicio del camino, también habrá quien por tu vida comience a vivir.
NADA PUEDE QUITARLE EL MUNDO A AQUELLOS QUE HAN APRENDIDO A AMAR.
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